jueves, 17 de enero de 2008

Avellaneda- Crisis del kirchnerismo

Laborde afirma que la crisis del bloque es por “falta de conducción”

En entrevista exclusiva con La Noticia del Sur, el vicepresidente de Cascos Blancos aseguró que “en Avellaneda no ganó cacho, sino que perdió el Frente para la Victoria” y que la ruptura del bloque frentista se debe a “la falta de conducción”. Además, indicó que a los concejales los está contagiando la premisa del “sálvese quien pueda” dejando vacante el lugar de oposición del cuál él “nunca se alejó”.
Como presidente del Centro de Estudios del Sur, y en calidad de ex intendente históricamente enfrentado con el PJ de Álvarez, asegura que nunca se alejó del mandato que le dieron los vecinos. “En el 99 me dieron la posibilidad de ser intendente y en el 2003 me encomendaron la tarea de ser opositor, un lugar que hoy esta vacante, y que tengo la obligación de ocupar”. "La oposición es el 71% de los que no votaron a Cacho, la representación de esa oposición es lo que estamos construyendo" indico.

- ¿Como fue el voto a nivel nacional de las últimas elecciones?
Sin lugar a dudas fue un voto conciente. En las últimas elecciones se produjo un cambio, hubo dos elementos fundamentales que van a perdurar durante esta nueva etapa. Uno es la ratificación del proyecto de Cristina. Es la primera vez que se vota por la propositiva. Con Alfonsín votamos contra los militares y contra un tipo de conducción del PJ, con Menem se votó contra la incapacidad de Alfonsín, con De La Rúa se votó para enfrentar todo lo que había hecho Menem, después del suplante de De La Rúa se votaba a cualquiera por la inutilidad de la Alianza. En este caso, en estas elecciones, por primera vez se vota a favor de algo. La gente que votó a Cristina fue conciente. Premeditadamente quiso que sea Cristina la presidenta.
El otro elemento fundamental fue el cambio. En varias provincias así como en la ciudad autónoma cambiaron los gobernadores. Cambió el gobernador de Salta, el de Tierra del Fuego, el de Santa Fé y cambió el jefe de gobierno porteño. Esto significa que la gente está buscando alternativa. Porque generalmente se vota la continuidad en los momentos de bonanza económica. Evidentemente lo que está sucediendo es que después de estos años de democracia la gente empieza a ser ya más perspicaz a la hora de elegir el voto.
- y que pasó mas precisamente en la tercera sección, donde hubo un gran recambio de jefes comunales.
En la tercera sección electoral se dio el cambio más paradigmático de toda la provincia de Buenos Aires. De 34 intendencias importantes que hay en el conurbano, 10 de ellas cambiaron el intendente. Es una cantidad importante. De esos 10, en la tercera, se cambió el intendente en 6 municipios. Este era el lugar que parecía más difícil que el cambio se produzca, porque es aquí donde el duhaldismo se había arraigado, y los intendentes que habían jugado con Chiche tenían más instaladas sus raíces. En ese lugar es donde el cambio se dio de manera más notable. De 8 lugares que se disputaron la tercera, con un solo candidato enfrentando al intendente en seis de esos ganó la oposición. Eso demuestra que tenemos una tercera sección electoral con voluntad y con ímpetu de cambio.
-¿y la situación de Avellaneda?
En Avellaneda no gana cacho sino que pierde el Frente para la Victoria. Cacho Álvarez gana con el 29 por ciento de los votos, una cifra que no es importante, que no legitima. El 71 por ciento de la población no lo quiso a Cacho Álvarez. El problema surge de la falta de unidad dentro del Frente para la Victoria. A partir de Abril necesitábamos estar en unidad y con un buen candidato. Pero no se dieron ninguna de las dos cosas. Ahora vemos con la situación que padece el frente para la victoria que efectivamente esa desunión que nosotros veníamos advirtiendo, esa desunión que era muy peligrosa y que termina siendo fatal para la perspectiva de cambiar avellaneda, produjo la derrota, y que Avellaneda no haya podido ser parte de los vientos de cambio que soplan en la región.
- Había un sector del kirchnerismo que lo impulsaba a usted como candidato. ¿Por que se bajó de la candidatura?
Porque del Frente para la Victoria a nivel nacional nos informan que iba a haber tres boletas en Avellaneda. Que iba a llevarla Cacho Álvarez, también la boleta que yo encabezaba, y la que encabezara José Alessi. Y eso lo entendí como una clara maniobra para facilitarle el camino a cacho Álvarez. Y no queríamos ser culpables de dividir aún más el Frente para la Victoria. Entonces en ese momento conversamos con José Alessi. Todos los pronósticos decían que él no podía ni ganarle a cacho Álvarez ni gobernar posteriormente Avellaneda. Eso la gente lo percibía, lo notaba.
José Alessi llega a ser precandidato a intendente a los 44 años arrastrado por una boleta que era de Cristina. Evidentemente se llena de soberbia y eso le impide razonar, facilitándole el camino a los que querían que hubiera mas de una boleta enfrentándolo a Cacho Álvarez. Porque como pasó en Lomas de Zamora con un kirchnerismo dividido, ganó el intendente.
Yo no quería ser responsable del triunfo de Cacho, no podía aceptar que ganara porque Avellaneda presentaba demasiada oferta. Entonces permitimos que Alessi fuera el candidato sabiendo que iba a perder y sabiendo que el resultado iba a ser este. Lamentablemente para los avellanedenses tenemos que padecer a Cacho cuatro años más por la desunión del Frente para la Victoria y por una elección mala del candidato. Por eso es que decidí dar un paso al costado, porque dividir el Frente para la Victoria hubiera permitido justificar en un balance que ganara Cacho Álvarez. Ahora yo lo que pido es que cada uno se haga cargo de las consecuencias.
- Desde el alessismo dijeron que usted no se había comprometido con la campaña. ¿Por que no lo hizo?
- Si participé, pero el que tiene que ganar es el intendente. Yo le di un respaldo exagerado en proporción a la propuesta que Alessi me hizo. Yo lo respaldé aunque todas las encuestas a mi me daban entre el 22 y el 26 por ciento de intención de voto. En ese entonces, efectivamente el tenía el 4 por ciento. Alessi no solo que lo apoyemos sino que lo llevemos en un andador. Alessismo es una palabra muy grande para una persona que sinceramente se hizo dirigente a los 45 años que lo único que ha hecho es presidir una biblioteca popular que tiene 38 socios y tampoco ha sido ningún dirigente dentro de la estructura del P.J.
Entonces el tuvo la casualidad, el azar de encabezar una lista de concejales. Y creyó que podía ganar y gobernar una ciudad como Avellaneda. Pero yo no puedo suplantarlo y hacerlo caminar en andador. Porque si era tan útil el porcentaje de intención de voto que yo tenía ¿para que dividieron el frente y no aceptaron mi candidatura? No nos olvidemos que tenía un 4 por ciento real de intención de voto, que llega al 20 por el voto anti cacho. Pero el es tan reticente a la autocrítica que culpa de su derrota precisamente a la persona que mas voto le aportó.
- ¿sigue manteniendo que el error de avellaneda fue anteponer los proyectos personales antes que la causa en si misma?.
Si, por supuesto. Había un empecinamiento, un capricho, una fantasía en los que proponía Alessi que parecía un chico jugando con un chiche. Esto es política. Cacho es un dirigente político. Es por ello que para comandar una ciudad, para hacerse cargo de los 220 millones de pesos que maneja la ciudad de recursos propios y los 150 millones que llegan de afuera, hay que tener conocimiento, hay que tener experiencia, hay que tener personalidad, hay que tener talante para enfrentar las dificultades.
Hay que tener una experiencia mayor a ser delegado de Wilde. Evidentemente era un capricho, era la ilusión de llegar de cualquier manera. Y eso la gente lo percibe. La gente sabía que José Alessi no podía ganarle a cacho Jamás. Y si milagrosamente le ganaba, no hubiera podido gobernar. Yo no tengo dudas de que él es una buena persona, yo no tengo ningún reparo moral para hacerle, como sí puedo hacércelo a la mayoría de la gente que está con Cacho. Ahora bien, que no le podía ganar, era evidente. Así como también era evidente que si a Cacho no lo enfrentábamos en unidad y con el mejor candidato, el Frente perdía.
- ¿Por que se fracturó el bloque del Frente para la Victoria?
El problema principal es la falta de conducción. Por eso la madre de las derrotas, lo que produce después este sálvese quien pueda que está contagiando a todos los concejales del Frente para la Victoria de Avellaneda, es precisamente que Alessi no solo no podía ganar sino que después no podía conducir un bloque unido. Pruebas al canto, en las primeras votaciones el bloque se dividió. Porque él no tenía el liderazgo de decir “bueno, enfrentamos al intendente, no se le pudo ganar, tenemos un capital de votos importantes, continuemos con esta causa para poder seguir enfrentándolo”. Entonces evidentemente no podía conducir nada ni a nadie.
- Sin embargo el nuevo bloque lo conformó con Leiva.
Puede conducir a Leiva porque es su amigo, trabajaba con el dando clases de tenis, entonces a él lo puede conducir, pero al resto del bloque no. Lo que hizo el resto del bloque, y en esto Alessi tuvo la actitud digna de enfrentarlo a Cacho, es desconocer el mandato del electorado. Porque ese bloque, tenía un mandato, la gente se lo dio. Tenían que enfrentar a Cacho. Y en esto hay que tener cuidado, no es que a mi me votan y luego hago lo que quiero con mi cargo. Hay que interpretar el mandato y llevarlo adelante.
En el 2005 se dio un mandato claro de enfrentar a chiche y de enfrentar a Cacho Álvarez. Con ello se ganó. En el 2007 se dio otro mandato, el de enfrentarlo a Cacho. No se ganó porque la persona que encabezaba se creyó que los votos del 2005 le pertenecían a él y no a Cristina, y cuando tuvo que sacar su respaldo en el electorado local encontró la derrota. Entonces, el mandato que le dio la gente, aún ganando o perdiendo, es que se enfrentara al actual intendente.
- ¿Usted siente que tiene un mandato?
A mí me pasó en 1999 cuando recibí el mandato para gobernar los destinos de la ciudad, y en 2003, que la misma gente me hizo perder, pero dándome la responsabilidad de ser opositor. Tanto para gobernar como para ser oposición, el mandato de la gente hay que respetarlo, por eso sigo siendo oposición en Avellaneda.
Ahora parte de los concejales del Frente para la Victoria no respeta el mandato. La gente, no solamente el 21 por ciento que votó al frente sino el 71 por ciento que votó las otras alternativas le está diciendo a esa oposición, al ARI, PRO y FPV que tienen que enfrentarlo al intendente.
- El que gana conduce, ¿y el que pierde...?
Este argumento que hace el concejal Doval, que hay que respetar al que ganó, es completamente equívoco, porque sino no habría concejo deliberante. Porque si cualquier cosa que baja un ejecutivo que ganó con el 29 por ciento tiene que ser acompañado por los concejales, disolvamos el concejo y se acabó. Con el criterio de Doval, cuando se echaron trabajadores en el 2003 o en el 2005 también tendríamos que haber votado por el PJ porque había ganado.
Acá lo que se está justificando es un acuerdo espurio, donde ya no hay conducción del Frente para la Victoria. Los concejales están utilizando la vieja y conocida frase del “sálvese quien pueda”. Yo digo, que lo hagan, pero no argumenten el tema de la disciplina, porque la disciplina no hay que tenerla con el bloque, hay que tenerla con el electorado. Con la gente que me votó, pero que no me dio un cheque en blanco que me dice “vos sos concejal para hacer lo que quieras”. Y yo los he escuchado a estos mismos concejales decir que iban a enfrentar a Cacho, que no iban a permitir ninguna barbaridad, y lo primero que hacen es votarle todo lo que propone, empezando por la presidencia del Concejo Deliberante y sin llevar candidatos propios.
- Quien es la oposición en Avellaneda.
La oposición en Avellaneda es el 71 por ciento del electorado que no lo quiso a Cacho Álvarez. Esa es la verdadera oposición. La representación de la oposición hay que buscarla.
- ¿Usted es oposición?
Seguro. Pretendo cumplir un papel en ese sentido. Sin ambiciones electorales, de hecho este no es un año electoral, pero me parece que después de haber tenido el orgullo de que esta ciudad me hiciera diputado e intendente, yo entiendo que tengo la obligación de estar en el lugar en que me necesita la gente y que está vacante.
- ¿Seguirá enfrentando al Intendente?

Si, pero mi enfrentamiento no es caprichoso. Tiene que ver con lo que piensa la mayoría de la gente de Avellaneda, porque para poner un ejemplo, a Mussi lo avaló el 56 por ciento de la gente en Berazategui, lo que evidentemente se entiende que la gente quería que él siguiera siendo Intendente. A Cacho, el 71 por ciento le dijo que no. La gente votó para que no fuera Cacho el Intendente. Y si fuera, así como sucedió, ese 71 por ciento está diciendo “sean oposición”. Piden que se enfrenten a Cacho Álvarez, pero no caprichosamente. Hay que enfrentarlo cuando sin explicación aumenta las tasas, cuando pone cinco millones mas de pesos en el contrato de basura, cuando quiere echar trabajadores, cuando como en 2004 quiere privatizar áreas claves de la economía municipal. Eso es lo que tiene que hacerse. Porque sino el día de mañana dice “vamos a rematar plaza Alsina” entonces, como el PJ ganó, nuestros concejales le votan a favor.

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